Por Óscar Sánchez
Jalcomulco, Ver.-En un pequeño poblado de la montaña veracruzana, donde la naturaleza y la aventura se juntan para diversión de los más arriesgados, dos artistas plásticos ponen color y forma a ese entorno ecoturístico.
David Castillo Morales y Gloria Luz Caballero Betancourt decidieron asentarse desde hace varios años en el municipio de Jalcomulco donde se inspiran con la tranquilidad y la fuerza que de manera intermitente lleva el río Los Pescados.
Con estudios profesionales de arte, el matrimonio se traslado de la bulliciosa ciudad de Veracruz hacia este destino turístico, donde encontró un refugio para hacer nuevas creaciones, pero también para dejar huella en las nuevas generaciones.
Gloria es pintora y David escultor. Ambos estudiaron en los Talleres Libres de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV) y han realizado exposiciones en diferentes sedes culturales de Veracruz y su historia ha quedado grabada en una edición literaria que guarda a reconocidos artistas locales.
Ella además es maestra de educación primaria, pues la presión social y familiar no le permitió solo estudiar arte. Ahora trabaja con niños y jóvenes a quienes imparte talleres de pintura y grabado. Y como alumna en la escuela de artes, sus mentores fueron Leonel Zarate Santiago y Raúl Guerrero.
“Primero mi obra era muy abstracta, no era figurativa, pero con el paso del tiempo empecé a experimentar”, cuenta. Ahora, el color intenso es lo que sobresale de sus pinturas.
Él nació un 12 de julio de 1947. Estudió Escultura en la UV con el maestro Andrés Avelino y pintura, dibujo, grabado y serigrafía en una escuela del INBA. Hoy su pasatiempo son las figuras pequeñas talladas en madera.
Con más de nueve exposiciones en el puerto de Veracruz, David Castillo ha evolucionado con el uso de materiales. Utiliza desde piedra, madera, tela, papel y hasta en cascaras de coco, donde deja su creatividad, su arte, pero sobre todo su sello personal.
“Mis etapas a veces se disparan por el manejo de un material, porque a veces vas metiendo un material que conoces y no te quieres desprender de el, se va marcando la obra”, explica en una pasada edición de una revista que concentra el sentir de artistas locales.
Cuando el sol se mete por la montaña y el río aquieta su cause, David puede pasar horas tallando la madera, que después convierte en graciosas figuras de pescado, aves, máscaras o primitivos hombres.
David Castillo y Gloria Luz Caballero exponen ahora -todos los días- en Jalcomulco, en un local que se encuentra a un costado de la plaza principal, donde además ofrecen talleres de pintura y arte a niños y jóvenes.